slenderman

juro con el corazón, que no te voy hacer daño... pero, no tengo corazon.

sábado, 12 de noviembre de 2016

liu homicidal

Todo comenzó una noche, la noche que Jeffrey Woods enloqueció completamente y asesinó a sus padres y a su querido hermano Liu Woods. Jeff dejó de ser el muchacho que era y se convirtió en un monstruo sin alma y con el puro deseo de matar. Pero, ¿en serio había muerto su hermano Liu después de recibir múltiples cortes y puñaladas?
No, sobreviví al ataque de mi hermano, a duras penas como un vil gusano, desangrándome a cada centímetro que recorría, sentía como estallaba mi corazón por el esfuerzo, sin embargo, resistí deseoso de vivir, por ir hacia Jeff. Luego todo se volvió negro y me desmayé.
Pasó mucho tiempo para que despertara. Estaba en un cuarto bastante iluminado, lleno de tubos y medicinas. Apenas sentía mi cuerpo, no podía hablar, no podía comer, me alimentaban a través de un tubo, respiraba por medio de un pulmón artificial, apenas podía distinguir quién era yo; solo escuché a un doctor hablando con una enfermera: "Este paciente puede que no sobreviva, necesita muchos trasplantes, su pulmón izquierdo colapsó, su corazón está muy delicado y sus riñones están fallando. Es casi imposible que sobreviva.” Esas palabras me quitaron toda la esperanza de sobrevivir a lo que me había pasado.
Llegó el día en el que me harían los trasplantes que necesitaba, y, como no lograba hablar aún y estaba bastante sedado, no pude expresar mi alegría en ese momento, así que la guardé para cuando me recuperara. La enfermera me saludó: “Hola, soy Susan, te deseo la mejor de las suertes. Eres muy fuerte, apenas sobreviviste a ese intento de asesinato. Yo personalmente me quise encargar de ti, porque admiro mucho tu fortaleza. Me gustaría que cuando salgas del hospital salgamos alguna vez.” Besó mi mejilla y se sonrojó. No podía negar que era una muchacha muy hermosa, pero no sabía si saldría vivo de esto.
Llegó la hora, la hora donde se decidiría si viviría o moriría. El doctor me dijo que como era un joven muy fuerte y había sobrevivido mucho tiempo, era probable que sobreviviera. Me puso la mascarilla y me dormí,¿pero por qué aun sentía lo que me hacían? En ese momento, sentí como una hoja fría que me perforaba a un lado del corazón. El primer corte fue lo más doloroso, luego algo abrió mi piel, El dolor era más intenso a cada segundo que pasaba, cada corte era más doloroso que el anterior, pero lo más doloroso fue cuando comenzaron a cortar mi corazón y a sacarlo de mi cuerpo. Ese momento fue solo el comienzo de mi tortura, horas de un dolor insoportable, cada corte, cada parte de mi que reemplazaban, cada sutura, todo el dolor que recorría mi cuerpo destruía la poca cordura que me quedaba, hasta quedar hecha añicos.
Pasaron días en esa cama sin poder moverme, sin  poder hablar, solo escuchando la voz de aquella enfermera. Susan estaba conmigo día y noche, hablándome, diciéndome que resistiera, que me quería con vida, que quería conocerme en verdad y que esperaba en hablar conmigo y escuchar mi voz. Pasó una semana y ella venia más a menudo, venia y me cantaba, me leía, pero un día, antes de poder mover mi cuerpo, me susurró: “Ya quiero que despiertes.” Me besó al terminar esa frase y empecé a sentir mi cuerpo, logré abrir mis ojos y pude admirarla. Ella lloraba de alegría al verme despertar. “Hola Susan, soy Liu Woods.” Ella quedó atónita. “Enserio, eres… ¿El hermano de Jeff Woods? Él estuvo aquí hace tiempo. Quedó muy mal, me enteré de que se volvió loco y mató a su familia, ¿Cómo es que sobreviviste, Liu? También supe que hace 3 días raptó a una joven y la quemó viva con lejía y gasolina, luego escapó de allí y no se le ha vuelto a ver, pero en la casa, o lo que queda de ella, no se encontraron más que 2 cadáveres. Se rumorea que la joven sobrevivió, pero no supieron que pasó con el cadáver del hermano de Jeff.

Algunos decían que se lo llevó, pero en el cuarto donde dormía su hermano, o sea, donde dormías, encontraron escrito con sangre en la pared “ve a dormir” y en el baño escrito “sonríe” en el espejo. Lamento mucho la muerte de tus padres, en serio, y, como no creo que quieras volver a ese lugar, ¿querrías quedarte a dormir en mi casa por un tiempo? Bueno, cuando salgas de recuperación, vivo sola desde que mis padres murieron en un accidente de auto, así que me sobra un cuarto.”
Acepté la oferta de Susan: “Cuando salga de aquí, quiero llevarte a cenar, a donde quieras, solo necesito que un día me acompañes a mi viejo hogar a buscar mi ropa, aunque no creo que siga allí.” Aceptó con un poco de miedo. Los siguientes días ella me visitaba todos los días, reíamos juntos, éramos muy cercanos, casi parecía que éramos pareja, así que le pregunté si quería ser mi novia. Ella dijo: “Sí, Liu, quiero ser tu novia, yo te lo iba a preguntar, pero no sabía cómo hacerlo.” Se me acercó y nos besamos. Estaba tan feliz, las cosas se estaban arreglando para mí, tenía una persona que sería mi nueva familia.
Salí del hospital, era mi primer día fuera de ahí, Susan me recibió con los brazos abiertos, como era de día, le dije que fuéramos por mi ropa a mi nuevo hogar, dijo “Si, pero hay que llevar algo para protegernos por si tu hermano sigue rondando por ahí.” Le conteste “De acuerdo, un par de cuchillos de carnicero, una jeringa, un poco de calmantes, también un poco de equipo de emergencias por si necesitamos suturar, a ti o a mí, en caso de que un vidrio pueda causar una herida que necesite sutura, una botella de agua recién sacada de la nevera y una lata de gaseosa por si tenemos sed.”
Fuimos a su casa y recogimos todo lo necesario, además de una maleta para llevar mis cosas. Ya en mi antiguo hogar, sujetó con fuerza mi brazo, le dije “No temas, todo estará bien.” La besé para que se calmara, abrí la puerta de una patada, estaba cerrada, entramos y vimos que las paredes de mi casa estaban llenas de sangre, la sangre de mis padres, encontramos en la cocina un galón de gasolina, un frasco vacio de lejía y unos cerillos, seguimos recorriendo la casa, vimos el baño que estaba con la puerta abierta y vimos el espejo con la palabra “Sonríe” escrita con sangre, el lavabo y el suelo llenos de sangre, toda mi casa estaba igual, llena de sangre, al final, entramos al lado, estaba el cuarto de mis padres y encontramos las sabanas llenas de sangre, toda mi casa estaba igual, llena de sangre, al final, entramos al lugar más perturbador de mi casa: Mi cuarto. La frase “ve a dormir” estaba escrita con sangre en la pared, tal como dijo Susan. Busqué en mi ropero mis pertenencias, mi laptop, mi mp3, mi celular y mi ropa, solo lo que no estaba lleno de sangre, cuando voltee a ver mi cuarto, recordé la perturbadora cara de Jeff viéndome con esos ojos llenos de locura sosteniendo un cuchillo ensangrentado en la mano diciéndome “Shh, solo ve a dormir.” Ese recuerdo fue lo que termino de romper la poca cordura que me quedaba, le dije a Susan que me diera la mochila donde llevábamos las cosas, fui al baño, tome el cuchillo y dije “Jeff… te veré en el maldito infierno cuando los dos hayamos muerto.”
Terminada la frase, le hable a Susan, la besé, le dije “Adiós amor mío, pero, quiero ver a Jeff para vengarme de lo que me hizo, vengarme porque mato a mis padres y casi me mata a mí, te amo Susan, pero, no te podre ver después de que muera, lamento mucho esto.” Estuve a punto de matarla, pero, no, no lo hice, no me convertiría en Jeff, le rogué a Susan que me perdonara, que venir a mi viejo hogar me había afectado, me dijo “Esta bien, Liu, yo te amo, y sé que estar tan cerca de la muerte puede afectar, vamos a casa.” Me beso, pedimos un taxi y fuimos a casa, me metí a bañar.
Mientras me bañaba, recordé todos los momentos que pase con mi familia, con mamá, con papá, mi infancia con Jeff, las travesuras que hicimos, todo lo que pasamos juntos, la alegría de tener a mi familia cerca, comencé a llorar, pero, el sonido del agua cayendo ahogaba mis sollozos, así que, no importaba.



La primera noche fue algo traumatizante para mí. En mis pesadillas podía ver a Jeff como era antes del accidente siendo asesinado brutalmente por el nuevo Jeff, luego me volteó a ver y me digo “Liu, ¿Por qué no te fuiste a dormir como te lo pedí?” Desperté con un susto terrible, Susan fe corriendo a mi cuarto, me dijo, “¿Qué pasó Liu? ¿Estás bien?” le respondí “Si… solo fue una pesadilla, no te preocupes.”


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Al día siguiente, al despertar, sentí un aroma que hace mucho no disfrutaba, era el olor a hot-cakes recién hechos, fui al comedor y ahí estaba Susan, preparando el desayuno, tal y como mamá lo hacía, me dio los buenos días, se sentó y empezamos a comer
, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que no comía hot-cakes hechos con amor?, no lo sé, pero, el sabor… era tan agradable, me sentía amado una vez más, pero, la felicidad no duraría mucho, me estaba volviendo loco, cada día que pasaba, Susan me recordaba mas a mamá, así que, tome un cuchillo de la cocina, corrí hacia su cuarto, se estaba arreglando para salir conmigo a una cita, se veía tan hermosa, no me sentí capaz de matarla, no así, no sin que supiera cuanto la amaba, no sin que sintiera amor por última vez en su vida… yo la amaba, pero, me estaba volviendo cada vez más loco, cada vez me costaba más vivir sin clavarle un cuchillo en el corazón, no podía estar así, no quería matarla, pero, no tenía otra opción, o eso creía.
Ya a la salida del cine, caminábamos a casa, le decía “Te amo Susan, pero, hay algo dentro de mí que me… me está matando y no sé si soporte mas, así que, quiero que sepas que yo te amaré pase lo que pase.” Terminada la frase, un malviviente salió de un callejón y tomo el bolso de Susan, la hirió, me enfurecí, quería matarlo por herir a Susan, lo perseguí con el cuchillo que había guardado en mi chaqueta, lo arrastré al callejón donde robó el bolso de mi amada, en frente de ella lo obligué a disculparse, quería tomar su vida, pero antes, le dije a Susan “Corre, no quiero que veas esto, te amo Susan, y no quiero que veas esto.” Corrió lo más lejos que pudo, cuando supe que era el momento, le dije al tipo “No te perdonare por haber lastimado a Susan, ella es tan buena, tan pura, herirla es un crimen muy grave, por eso, tomare tu vida, y solo así pagaras por herirla.”
Levante mi cuchillo y comencé a apuñalarlo repetidas veces, solo podía ver sufrimiento en la mirada de ese hombre, pero, aun así seguí apuñalándolo hasta que murió de múltiples apuñaladas, limpie la sangre de mi chaqueta de cuero, la cual estaba bastante manchada. Aún así el dia era de temperatura cálida, por lo que pude quitarme la chaqueta y doblarla, haciendo que solo se viera la parte interior, así que, en definitiva, ocultar mi homicidio hacia el ladrón.Salí del callejón y me encontré con Susan en la cafetería de la esquina tomando un expreso bien cargado.
Ella estaba bien, la gerente había vendado su herida, se lo agradecí ocultando mi chaqueta. Lleve a Susan a casa con mucho cuidado, la lleve a su cuarto y la recosté en su cama, le dije “Susan, no quería que esto te pasara, pero, me he dado cuenta de una cosa, no dejaría que nadie te hiciera daño, a partir de hoy, nunca volverás a tener miedo, nadie te volverá a lastimar, lo juro.” La besé y me fui a dar una ducha, me di cuenta de que no podía matarla, ella era todo lo que tenía en el mundo, era la única persona que amaba, pero, había disfrutado matar aquel tipo del callejón, pero, no podía matar a cualquier persona, decidí solo matar a las personas que lastimaran a los inocentes, personas que hicieran el mal a la gente que me importara, y sobre todo, que mataría a cualquier persona que tratara de dañar a Susan.
Pasaron los días, cada vez mataba a más personas, pero, era molesto tener un pantalón lleno de sangre, así que, compre un pantalón de cuero, luego, matar fue menos molesto, una chaqueta y un pantalón, ambos de cuero, los cuales fácilmente podía limpiar con gasolina blanca que había comprado hacia tiempo.
Matar se volvió un hábito cada vez más aburrido, matar con simples puñaladas era muy repetitivo, así que, fui empleando modos mas retorcidos cada vez, a algunos los quemaba vivos con gasolina, a otros los operaba sin anestesia, a otros los obligaba a comerse sus propias tripas, a otros los cortaba en pedazos y se los echaba a los perros callejeros, pero, nunca maté a ningún inocente, solo mataba criminales y malvivientes, ¿eso me hacia un héroe, ¿no? Acabar con los criminales haciéndolos sufrir de las formas más horribles, cada día usaba formas más horribles y retorcidas para matar, llegaba a casa, limpiaba mi ropa de la sangre de los criminales y pasaba tiempo de calidad con Susan, hasta que un día, la invite a cenar, como yo tenía un empleo de cocinero en un restaurante, ganaba bien, pero, la llevé a un lugar muy bello, a la luz de las velas, le dije “Susan, ya llevamos casi un año juntos, se que eres el amor de mi vida, no sé cómo podría vivir sin ti, quiero proponerte algo.” Me puse de rodillas y saque una sortija de mi saco “¿Quieres casarte conmigo?” Se emocionó, y con lagrimas en los ojos me dijo “Si Liu, quiero casarme contigo.” Salimos del restaurante, no me había sentido tan feliz en toda mi vida, pero, un maldito llegó con un arma y le disparó.
Me llene de ira y odio, pero, no podía dejar a Susan allí sola, desangrándose, muriendo, corrí y la lleve al hospital más cercano, los doctores me dijeron “Esta muy delicada, quizá no despierte, hay que esperar lo peor.” Fui a buscar al maldito que le había disparado, nunca olvidaría su rostro, pasé horas recorriendo las calles hasta que lo encontré, lo golpee hasta dejarlo casi inconsciente, y le dije, “Me darás tu vida maldito bastardo, por tu culpa mi Susan está al borde de la muerte, y pagaras con tu vida.” Murió en el momento que terminé la frase.
Llegué al hospital, el médico dijo que Susan ya había despertado, que fuera a hablar con ella, y lo hice. Ya en el cuarto de Susan, me vio y dijo “¿Liu? ¿Eres tú? Me alegro de que vinieras, espero poder resistir así como tu lograste resistir a lo que te pasó, te amo Liu, no quiero morir, pero si lo hago, no quiero que te suicides, te amo demasiado como para que mueras por mí, yo sé lo que hacías, yo se que matas criminales, y aunque no sea un método muy noble, la misión que tienes lo es, no dejes de hacer lo que haces Liu.”
Pasó una hora en la que estuvimos hablando, en la que le dije todo lo que le tenía que decir, no quería perderla, no quería perder a la única persona que me quedaba en este mundo. El doctor entró y dijo “Necesitamos operarla señor Woods, se recuperará.” Se la llevaron a la sala de operaciones, fueron 3 horas que parecían eternas, quería sacarme los ojos de la desesperación, pero, la esperanza de que Susan sobreviviera era lo me mantenía en pie. Termino la operación, el doctor que se encargó de todo me dijo “La operación fue todo un éxito, ella está estable, mañana despertara y en 2 semanas podrá salir del hospital.” Esas palabras me emocionaron tanto, me sentía tan tranquilo por saber que Susan estaría bien.

Estuve en su cuarto todo el día esperando a que despertara, despertó y me dijo “¿Quién eres y donde están mis padres?” esas palabras me llenaron de tristeza, Susan me había olvidado, pero, tenía que hacer que me recordara, cuando se recuperó, la lleve al hospital donde nos conocimos, dijo “¿Eres tú, Liu? Como has cambiado.” Ella comenzó a recordar, la lleve a mi vieja casa, y recordó lo que pasamos allí, seguí llevándola a todos los lugares significativos para nosotros en el transcurso de la semana, hasta que llegamos al restaurante que le propuse matrimonio, ella recordó todo, me abrazó y me dijo “Liu, ahora recuerdo todo, gracias por estar conmigo hasta que me recuperara.” Y le respondí, “Tú hiciste lo mismo por mí, te debo muchas cosas Susan.” La besé, pero cuando nos separamos, se empezó a convulsionar, me asuste mucho y la lleve al hospital, de nuevo en el hospital, no podía seguir así, pero, yo la amaba.
No la dejaría sola cuando me necesitaba, me quede allí a esperar las noticias del médico, y me dijo “Lo lamento señor, pero su novia ha muerto.” Esa frase me llenó de tristeza y odio, tome al doctor y le troné el cuello, ya no había razón para contenerme, comencé a matar a todos en el hospital, hombres, mujeres, niños y enfermos, los maté a todos, no podía soportar que ellos vivieran y mi Susan no, ella
no podía morir así, no dejaría que eso pasara, pero, era inevitable, mi ropa estaba llena de sangre de inocentes, mis manos estaban llenas de sangre y mi mirada había cambiado, así que decidí hacer algo, fui por un bisturí y empecé a cortar un corazón en mi pecho, con la iniciales de Susan y su hora de muerte, nuestro aniversario y la fecha en la que nos conocimos, luego, fui por una aguja y un hilo y me cosí los extremos de mis labios formando una sonrisa, para que nadie viera como sufro por dentro, cuando terminé, fui a casa, tome mi ropa de cuero y las cosas con las que acostumbraba a matar, y salí de allí, para no volver jamás, ahora, vivo matando a todas las personas que sean felices, pero, cuando muera, no podre verla, pero, matar me consuela, si me ves, corre y no muestres tu felicidad, o morirás de una forma muy despiadada y retorcida, que no podrán distinguir tu cuerpo de cómo era antes de encontrarte conmigo, Homicidal Liu, el sobreviviente de Jeff The Killer.

laughing jack

Era una noche de Navidad, en la nevada Londres, Inglaterra, en el año 1800, en una pequeña casa en las afueras de la ciudad, vivía un solitario niño de 7 años de edad, llamado Isaac. Isaac era un niño triste, sin amigos, Aunque la mayoría de los niños estaban pasando la noche con sus familias y esperando con impaciencia la apertura de los regalos que se colocaban cuidadosamente debajo de los árboles de Navidad bien decorados, el pequeño Isaac pasó la noche a solas en su frío, y polvoriento desván.
Los padres de Isaac eran muy pobres, su madre era una mujer estricta que se quedaba en casa y educaba a Isaac. Su padre trabajaba largas horas en el puerto de Londres para mantener a su familia, a pesar de que una gran parte de sus ingresos se destinaba a la compra y el consumo de grandes cantidades de alcohol al final de su jornada de trabajo. A veces llegaba a casa borracho después de haber sido expulsado de todos los bares de Londres, y le gritaba a su amada esposa, la madre de Isaac.
De vez en cuando, se enfurecía y la golpeaba salvaje mente durante su ebriedad. Como da la casualidad de esta noche en particular, era una de esas ocasiones. Isaac sólo permaneció en silencio, temblando bajo sus sábanas sucias hasta que los gritos y fuertes golpes cesaron. Una vez el pobre, y asustado Isaac finalmente fue capaz de conciliar el sueño, él sueña con lo que sería tener un amigo con quien jugar, así tal vez podría reír y ser feliz como los demás niños de Londres, en sus sueños. Por suerte para el pequeño Isaac, esta Nochebuena marcó un gran cambio, cuando su soledad abismal, llamó la atención de un ángel de la guarda que luego diseñó un regalo muy especial para el pequeño muchacho triste de Londres.
Al salir el sol, en la mañana de Navidad, Isaac abrió los ojos y se encontró una extraña caja de madera a los pies de su cama. Los ojos de Isaac se abrieron con asombro al mirar la caja que estaba hecha a mano, y estaba pintada con unos colores hermosos, preguntándose por quien la había dejado. Isaac no estaba acostumbrado a recibir regalos, especialmente juguetes. ¿Cuántos juguetes tenía el pequeño Isaac que había encontrado abandonados en la calle o arrojados en las cunetas?
Isaac se deslizó hasta los pies de su cama, en frente de la caja misteriosa, y la agarró con las dos manos. La caja tiene maravillosamente pintadas caras de payaso felices en la parte lateral, con unos colores brillantes y muy bonitos. Había una etiqueta en la caja que simplemente decía "Para Isaac".  En la parte superior de la caja había un texto grabado.
Isaac entrecerró los ojos mientras leía el texto, "L- laugh- ing- J- Jack-in -ab -box ... " hizo una pausa, " ... ¿L-aughing Jack -in-a -box ? " Isaac había oído hablar de un Jack -in-a -box (caja sorpresa), pero nunca un Laughing Jack -in-a -box. Su mente divagaba con curiosidad mientras agarraba la manivela metálica de la caja. Isaac hizo girar la manivela y la canción "Pop Goes The Weasel" sonó al ritmo de los giros de la manivela. Cuando que la canción llegó a su clímax , Isaac cantó el verso final. Pero no pasó nada. Isaac dejó escapar un suspiro, " Está rota..." Puso la caja en el borde de la cama, y arrastrando los pies a través de su pequeña habitación polvorienta, fue a la cómoda donde cambió de su ropa de dormir sucia, a sus ropas andrajosas habituales.
De repente Isaac escuchó un ruido fuerte proveniente de la cama, detrás de él. Se dio vuelta para presenciar la caja de madera sacudirse violentamente. Entonces, sin previo aviso, la parte superior de la caja se abrió y un desfile de humo de colores y confeti salió de allí. Isaac se frotó los ojos con incredulidad sobre lo que estaba viendo. A medida que el humo se disipaba, el niño pudo distinguir que allí estaba un hombre alto y delgado, era un payaso "multicolor", tenía el pelo de color rojo brillante, una nariz de cono anillada con los colores del arcoiris, y en los hombros plumas color cían sobre blanco; este se sentó encima de su traje de payaso andrajoso y colorido.
El payaso colorido extendió los brazos y emocionado anunció:
"Venga uno, ¡vengan todos! ¡Sean grandes o pequeños! ¡PARA VER AL MEJOR PAYASO DE TODOS! El único, ¡Laughing Jack-in- a-Box!"
Los ojos de Isaac se iluminaron, "Q - ¿Quién eres?", Se preguntó.
El payaso colorido bajó de la cama y con una sonrisa feliz dijo: "¡Me alegro de que lo preguntes!, Me llamo ¡Laughing Jack!, tu nuevo amigo para toda la vida! Soy mágico, nunca me canso de jugar, soy un genio en el acordeón, y puedo adaptarme, y desarrollarme a tu propio cambio de personalidad. En otras palabras, lo que te gusta, a mi me gusta!" Isaac levantó la vista hacia el misterioso hombre payaso. 
"E-entonces, s-¿somos amigos?" tartamudeó.
Jack miró al muchacho enarcando una ceja.
"¿AMIGOS? Somos los mejores amigos!, ¡fui creado especialmente para ser TU amigo no tan imaginario Isaac!"
La mandíbula de Isaac se dejó caer : "¿Tú sabes mi nombre?"
Jack dejó escapar una risa caprichosa, "Por supuesto que sé tu nombre. Lo sé todo sobre ti! Así que, ahora que terminamos de presentarnos... ¿Te gustaría jugar un juego de Veo, veo ?"
Isaac sonrió de oreja a oreja, "¿De verdad? ¿Podemos jugar? ¡me encantaría! - ... Oh ..."
Hizo una pausa, "No puedo... tengo que ir abajo para ver a mi madre y hacer las tareas..." su sonrisa se ​​desvaneció por la decepción.
Jack puso su mano sobre el hombro de Isaac y con una cálida sonrisa, dijo:
"Está bien, estaré esperando aquí por ti hasta que regreses."
Isaac sonrió mientras miraba a su nuevo mejor amigo. Justo entonces oyó la voz chillona de su madre que lo llamaba desde abajo.
"Bueno, me tengo que ir vuelvo después de haber terminado, bien Jack?" Dijo mientras se dirigía hacia la puerta.
Jack sonrió: "Absolutamente niño. ¡Ah, y Isaac! "
Isaac volvió a mirar a Jack, quien le dio un guiño y dijo:
"Deberías usar esa sonrisa más a menudo. Te queda bien" .
Isaac sonrió felizmente, y salió por la puerta.
Todo el día, Isaac le contaba a su madre acerca del increíble, y colorido payaso que había salido de una caja mágica que apareció al pie de su cama. Su madre, sin embargo, no creía ni una palabra de eso. Finalmente convenció a su madre de que lo siguiera a su habitación para poder contemplar a Laughing Jack por sí misma. Subieron las escaleras y Isaac se abrió la puerta de su habitación.
"¿Ves mamá? Tenía razón, él - ..." Isaac hizo una pausa mientras examinaba la habitación que no contenía ni al mágico payaso, ni a la caja de madera misteriosa . A la madre de Isaac no le hizo gracia. Ella le dio a Isaac una mirada tan amenazadora que hizo que sus rodillas se pusieran débiles y se sintiera enfermo del estómago.
"P-pero mamá... el -" La madre de Isaac le abofeteó rápidamente en la cara. Los ojos de Isaac comenzaron a romper en lágrimas, y su labio empezó a temblar.
ESTÚPIDO NIÑO INSOLENTE¿¡Cómo te atreves a mentirme sobre tal idiotez infantil!? ¿¡Quién querría ser amigo de un gusano inútil como tú!?  Ahora permanecerás en tu habitación el resto de la noche , y no tendrás cena...Ahora, ¿qué dices ingrato?"
Isaac se las arregló para tragarse el nudo que tenia en la garganta con el fin murmurar una respuesta: 
"G-gracias mamá". Su madre lo miró por un momento, antes de salir de la habitación disgustada.
Isaac se levantó y corrió a su habitación para tirarse en la cama. Ríos de lágrimas corrieron por sus mejillas mientras gemía y lloraba.
"¿Que es lo que ocurre, niño?" Gritó una voz.
Isaac miró por encima del borde de la cama, Laughing Jack estaba de repente sentado a su lado.
"¿Q- ¿Dónde estabas?" Isaac murmuró. Jack pasó su mano por el pelo de Isaac para consolarlo, mientras suavemente le respondía:
"Yo estaba escondido... No puedo dejar que tus padres me vean... De lo contrario, no nos dejan jugar más." Isaac secó las lágrimas de sus ojos.
"Mira niño, siento haber tenido que ocultarme, pero yo te haré feliz porque esta noche podremos jugar y tener un montón de diversión" dijo Jack sonriendo.
Isaac sintió su vibrante paz y asintió en silencio. Una pequeña sonrisa comenzó a formarse en las comisuras de su boca. Esa noche Laughing Jack e Isaac jugaron muchos juegos divertidos. Con un movimiento de su mano, Jack hizo que todos los soldados de plomo de Isaac cobraran vida y marcharan alrededor de la habitación. Isaac se sorprendió al ver a sus juguetes moviéndose alrededor de la habitación por sí solos. Entonces Laughing Jack e Isaac se contaban historias terroríficas de fantasmas. Isaac le preguntó a Jack si él era un fantasma, pero Jack le explicó que el era más bien una entidad cósmica. Al final de la noche, Jack metió la mano en su bolsillo y sacó un surtido de deliciosos dulces. Isaac entró en éxtasis cuando puso el primer dulce de colores en su boca, ya que era la primera vez que probaba algo tan dulce. Isaac estaba muy entretenido y se rió tan fuerte esa noche que las cosas parecían estar finalmente mirando hacia arriba para Isaac. Al menos hasta aquel incidente que se produjo 3 meses después...
Era un día agradablemente, cálido y soleado en Londres, eso era un poco raro. Así que con la ayuda de un cierto amigo no tan imaginario, Isaac pudo terminar sus tareas temprano y se le permitió salir a jugar un rato. Las cosas empezaron de manera bastante simple, el dúo estaba en el jardín trasero, detrás de la casa jugando a los piratas, cuando Isaac vio al gato de los vecinos quien saltó furtivamente en su jardín.
"¡Sí! tenemos a un espía enemigo" Gritó Isaac, cautivado por la fantasía y la imaginación.
"¡Yo lo atraparé, Capitán Isaac!", exclamó Jack con su mejor acento de pirata. Riendo, alargó los brazos estirándolos a través del jardín y atrapó a el felino desprevenido, que comenzó a luchar muy vigorosamente.
"¡No dejes que se escape JACKIE! ¿¡o acaso quieres caminar por la plancha!?" gritaba Isaac.
Jack apretaba el gato, sus brazos crecieron y se extendieron como anacondas envolviéndose alrededor del felino mientras luchaba por su vida. Los brazos de Jack seguían apretando a el animal, comenzando a vaciar el aire de sus pulmones. Cuando los ojos del animalito, comenzaron a hincharse en las órbitas y se oyó un fuerte ruido, Jack soltó rápidamente a la criatura, viendo como la cáscara sin vida peluda, dio un vuelco contra el suelo. Hubo un silencio cuando los dos observaron el cadáver retorcido, y destrozado del gato. El silencio se rompió finalmente por una estruendosa carcajada... proveniente de Isaac...
"¡JAJAJAJA, Wow! Supongo que los gatos realmente no tienen nueve vidas ¡JAJAJAJA!" Isaac exclamó con los ojos casi llorosos de la risa.
Laughing Jack se echó a reír también, pero concienzudamente le dice a su amigo:
"Je je. Sí... ¿Pero no te vas a meter en problemas si tu madre encuentra el gato de su vecino muerto en el jardín?" La risa de Isaac se calmó rápidamente.
¡Oh, no ! ¡Tienes razón! Um... sólo... ¿tíralo de nuevo en el patio del vecino?" Isaac entró en pánico, mientras agarraba una pala cercana, y recogió el cadáver destrozado del gato, lanzándolo sobre la cerca de nuevo en el jardín de los vecinos. Rápidamente volvieron a entrar a la habitación de Isaac.
Alrededor de una hora más tarde, ocurrió. La madre de Isaac gritaba su nombre desde abajo. Ni Jack ni Isaac dijeron una palabra, Isaac se arrastró por las escaleras solo, para enfrentar el horrible destino que "se merecía". Jack pudo oír mucho griterío proveniente de abajo, pero no podía entender lo que decían. Después de unos treinta minutos, Isaac, con los ojos llorosos subió las escaleras de nuevo hacia la habitación.
"¿Qué pasó?", preguntó Jack con nerviosismo.
Isaac sólo actuó en el suelo mientras hablaba, "Yo... Traté de decirle que fuiste tú el que lesionó a el gato... Pero ella no me creyó... Ella dice que tu no eres real..."
Jack frunció el ceño sabiendo que esto era su culpa. Isaac uso su manga para secarse las lágrimas
"Voy a ser enviado a un internado... Me voy esta noche... y no puedes venir conmigo..."
Laughing Jack se puso en shock: "¿¡Qué!? ¿¡No puedo ir?! ¿Dónde voy a ir?". 
Isaac señaló a la caja de colores hermosos, de donde su amigo había salido.
"¿Volver allí? Pero no voy a poder salir hasta que..." Jack hizo una pausa.
Isaac levantó la cabeza, cuando vió a su único amigo con lágrimas corriendo por su rostro dijo: "Jack'... ¡te prometo que voy a volver tan pronto como pueda!" Jack miró la caja, luego miró a Isaac. "Y voy a estar aquí esperando por ti niño." Jack sonrió mientras una lágrima corrió por su mejilla. Se acercó a la caja y con una nube de humo fue succionado de nuevo, no podía ser libre hasta que alguien abriera la caja. (Como los genios en las botellas).
Esa noche, Isaac fue enviado a un internado. Por primera vez, Laughing Jack sintió lo que era estar solo. Aún estando atrapado en su caja, Jack fue capaz de ver las cosas que sucedían a su alrededor, por lo que cada día esperaba a su amigo, y cada día la habitación se llenaba de polvo, y más polvo. Laughing Jack iba a ser el mejor amigo de Isaac para toda la vida, y ahora esperaba día tras día, mes tras mes, para reunirse con su amigo especial. Los padres de Isaac aún vivían en la casa, pero nunca subieron a la habitación de Isaac. Las únicas veces que hicieron conocer su presencia, fue cuando Jack los escucho pelear. Así la vida de Jack se convirtió en soledad y desilusión. Con los años, los colores vibrantes, una vez brillantes de Jack comenzaron a desvanecerse en un monocromático de vacío negro y blanco rígido. Atrapado solo... eternamente, y sin esperanza.


13 años pasaron hasta que una noche, el padre de Isaac vino a casa borracho, y tuvo una discusión con su esposa como de costumbre. Las cosas se intensificaron a la violencia física, una vez más, sin embargo esta vez, ella no se salvó. El padre de Isaac había golpeado a su esposa de una forma tan sanguinolenta que la mató. El padre de Isaac fue sentenciado a la horca al día siguiente. Con sus padres muertos, esto significaba que Isaac, que ahora tenía 20 años de edad, heredó la casa vieja y polvorienta donde había pasado la mitad de su infancia. Laughing Jack se sorprendió cuando escuchó los pasos de su viejo amigo subir las escaleras hasta la habitación por primera vez en 13 años, sin embargo, no fue el reencuentro que Jack estaba esperando.
Isaac parecía... diferente. No sólo era más grande, sino que también parecía poseer una mirada sombría y extraña. Ya no era el chico joven, dulce y curioso con el que Jack se habia reunido hace tantos años. Jack estaba esperando a que Isaac lo liberara de la prisión en la que había estado durante trece años, pero la caja de Jack seguía allí sin que nadie la tocara y pasaba desapercibida en un estante en la esquina de la habitación con todos los demás objetos de adorno no deseados, y polvorientos. Isaac se había olvidado por completo de su viejo amigo. Esto hizo que Laughing Jack sintiera... nada. Él era un hueco, 13 años de espera y decepción dejaron al vacío payaso blanco y negro de la tristeza y la auto compasión. Jack se quedó en su caja, sin color y sin emoción.
Al día siguiente, Isaac se fue a trabajar a su puesto de trabajo como tapicero, haciendo reparaciones de mobiliario para la buena gente de Londres, mientras Jack esperó en cautiverio. Horas más tarde, Isaac llego borracho a su casa, y tropezó por las escaleras a su habitación, pero esta vez él tenía a alguien con él. Era una amiga de Isaac que había conocido en el bar esa misma tarde. Ella era hermosa, con una larga cabellera rubia, ojos azul zafiro, y una sonrisa que podría hacer que los corazones se derritieran. Esto llamo la atención de Laughing Jack, que se sintió atraído por la invitada de Isaac:"¿Quién es ésta? ¿Un nuevo amigo? ¿Por qué Isaac necesita nuevos amigos? Pensé que YO era el único amigo de Isaac" Jack pensó para sí mismo desde dentro de su encierro infernal. Isaac y su amiga se sentaron en la cama y conversaron acerca de la vida en Londres. Isaac hizo una broma sobre el tiempo y los dos se rieron.
Riendo entre dientes, con Jack envidioso por el nuevo amigo de Isaac. Isaac y la chica se miraron profundamente a los ojos, y lentamente se inclinaron para poder besarse, cerrando los labios en un giro apasionado. Jack se quedó perplejo por esta extraña muestra de afecto, porque el nunca había visto a alguien besarse antes. Cuando el beso se hizo más intenso, Isaac pasó la mano por el muslo suave de la chica y su vestido. Isaac era persistente, sin embargo, y una vez más pasó la mano por su suave muslo y la falda, esta vez poniendo la mano sobre su ropa interior de seda. La chica sintió gran descontento con los avances sexuales de Isaac y empujó a Isaac antes de darle un golpe muy duro en su cara. Los ojos de Isaac se tornaron oscuros mientras miraba a la mujer, su pasión, el alcohol la tornó en ira. El corazón de la mujer se aceleró cuando vio la cara de Isaac hervir de rabia.
"¡PUTA ESTÚPIDA!" gritó Isaac mientras le dio un golpe en la cara a la chica. Los ojos de Laughing Jack se abrieron cuando fue testigo de las largas franjas de líquido rojo que brotaban de la nariz de la chica: "¿Qué juego es éste?", Pensó. Isaac agarró con firmeza la muñeca de la chica con una mano, mientras le arrancaba las bragas con la otra.
La chica aterrorizada intentó defenderse, pero Isaac era mas fuerte que ella. Él acariciaba sus pechos mientras agarraba su pelo salvajemente, y forzaba su lengua por la garganta de la joven chica que sollozaba, quien respondió mordiendo tan duro como pudo en la lengua de Isaac. Jack miraba con los ojos muy abiertos y curiosos como su viejo amigo lanzó su nueva compañera de juegos y se aferró a su boca, ya llena de sangre caliente. La muchacha asustada se cayó de la cama y se dejó caer en el suelo mientras ella se escabullía hacia la salida. Isaac rápidamente se tambaleó hacia delante y fue capaz de agarrar a la chica por la parte de atrás de su vestido.
Isaac rápidamente agarró un candelabro que tenia en la mesita de noche al lado de él, y con todas sus fuerzas golpeó en la parte posterior de la cabeza de la joven, que se abrió como una sandía madura. La sangre espesa salpico por toda la habitación. El cuerpo de la niña se convulsionó en el suelo durante varios segundos antes de quedar completamente inmóvil. Había sangre por todas partes, algunas gotas incluso llegaron a la caja de Jack, quien estaba disfrutando mucho el espectáculo. Por primera vez en 13 años largos, una sonrisa comenzó a dibujarse a través la cara de Laughing Jack, y una risa repentina escapó de sus labios fríos, luego otra, y otra, hasta que Jack estaba cacareando y aullando de risa desde el interior de su caja sellada .
"¡Que juego tan maravillosamente fascinante!" Pensó Jack mientras observaba al pelo rubio dorado de la chica inmóvil, mezclado con la sangre.
A medida que la adrenalina comenzó a bajar, Isaac se dio cuenta de que tenía que deshacerse del cuerpo. Tomó el cuerpo sin vida de la chica, y lo dejó caer sobre la cama. El salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él y asegurándola antes de salir de la casa. Regresó casi en un día entero después y volvió a entrar en la habitación trayendo con él un cubo de basura de metal y su bolsa de herramientas de tapicería que usaba en el trabajo. Luego quitó todo lo de la mesa de madera en la pared opuesta a la puerta, y arrastró a la cama con el cuerpo ensangrentado al medio de la habitación. Esto no sólo dio a Isaac espacio para trabajar, sino que también le dio a Laughing Jack un asiento de primera fila a todo el espectáculo. Jack miró con una gran sonrisa inmarcesible como Isaac interpretó su nuevo juego con el cadáver manchado. Una vez que Isaac tenia todo listo, se puso a trabajar.
Primero, él descargó el contenido de su gran bolsa de herramientas en la mesa de trabajo a sus espaldas. Un surtido de cuchillos, martillos, alicates y otras herramientas ya fue presentado ante él. Su primera selección fue un cuchillo curvo, que él utilizo para pelar cuidadosamente el cuerpo. Luego la piel se colocó en bastidores para que se estirara y se convirtió en cuero. Una vez que puso todo en su lugar, Isaac entonces utilizó una sierra de mano para serrar los brazos, las piernas y la cabeza, perturbando el hogar de varias familias de gusanos en el proceso. Después de llenar el cubo de la basura con cloro y otros productos químicos viles, sumergió las extremidades hasta que la carne fue despojada de los huesos. Isaac sacó los huesos del cadáver, y los colocó en la mesa de trabajo, a continuación, en la oscuridad de la noche se llevó el bote de basura fuera y tiró los restos podridos en las alcantarillas de Londres para ser barridos en el puerto.
Para los próximos 3 días Laughing Jack observó con asombro como Isaac había elaborado la anatomía humana en un sillón grotesco. Las patas traseras del sillón se hicieron con los fémures, mientras que las patas de las sillas delanteras se hicieron con las tibias y los huesos de los pies. Un marco de madera fue utilizado para la base y el respaldo de la silla, sin embargo el borde del respaldo fue labrado utilizando la columna vertebral. Los huesos del brazo se utilizaron como los brazos de la silla, y se fijaron en su lugar con algunas costillas.
La carne correosa ahora fue cosida en el asiento y el respaldo de la silla, y el pelo rubio de oro estaba trenzado en un adorno de la base. Encima de este sillón del infierno se colocó el cráneo que perteneció a la chica que tenía el pelo rubio dorado, los ojos de zafiro, y la sonrisa que podría derretir corazones. Isaac estaba muy satisfecho con su trabajo, y Laughing Jack también estaba impresionado por la profunda creatividad de su antiguo compañero de juegos. Después de esa noche Isaac nunca tocó otra gota de alcohol de nuevo, porque ahora tenía sed de sangre.
En las semanas siguientes, Isaac hizo varias mejoras a su pequeño taller de los horrores. Quitó el colchón de la cama y puso una fila de gruesos tablones de madera en su lugar, luego ató seguros para los brazos y piernas a la parte inferior y los lados. Esto significa que él sería capaz de entretener a sus invitados por un período más largo, sin que ellos traten cualquier intento de escape. Isaac necesitaba sólo una última cosa antes de planear otra fiesta grotesca. Trabajó en ella durante una semana consecutiva, tallando en madera a mano.
Después le aplicó una capa de pintura blanca, la creación de Isaac estaba completa. Era una máscara de madera que se asemeja a una que se podría usar en un baile de máscaras veneciano. Tenía el ceño fruncido y una larga nariz como la de los trolls, y le permitía infundir miedo en los corazones de sus queridos invitados. Con su nueva cara completa, la sala se transformó en un sangriento nido de asesinatos. Llegó la hora de que "Isaac Lee Grossman" traiga a casa un nuevo compañero de juegos.
Esa noche, Laughing Jack vio como el enmascarado Isaac Grossmansubía por las escaleras, llevando consigo un gran saco de arpillera con su más reciente invitado retorciéndose dentro. Dejó la bolsa sobre la cama de tortura, y sacó a un joven atado, amordazado, y muy asustado, probablemente de sólo 5 o 6 años de edad. Isaac se encargó rápidamente del chico y lo mantuvo presionado mientras sujetaba sus manos y pies a la bancada de acero. Las lágrimas corrían sin cesar por la cara del niño indefenso, cuando Isaac colocó sus herramientas en la mesa de trabajo. Isaac volvió blandiendo un par de alicates oxidados, y sin perder tiempo deslizaba la mandíbula inferior de las pinzas bajo la uña del muchacho en su dedo índice derecho y la sujeta firmemente. Los ojos del niño se estremecieron cuando comenzó a murmurar a través de su mordaza, le decía a Isaac que lo dejara ir. Isaac sonrió mientras lentamente inclinó la pinza hacia atrás, dolorosamente le arrancó la primera uña.
El niño gritó a través de su mordaza mientras se retorcía de dolor en los tablones de madera, con el dedo del pie comenzando a chorrear sangre. Isaac entonces pasó al dedo medio del chico, sujetando firmemente la uña con los alicates oxidados. Una vez más, él tiró de los alicates, pero esta vez sólo le arrancó la mitad de la uña. El niño gritó de dolor mientras sus dedos se crisparon y dispararon sangre. Sujetó la otra mitad de la uña forzosamente, Isaac le dio otro tirón. Le arrancó la uña, pero no sin tener una buena cantidad de piel con ella. Incluso para Isaac era un poco doloroso a la vista, a diferencia de Laughing Jack, quien estaba cacareando de alegría por la acción perturbadora mientras observaba desde el interior de su caja polvorienta.
Isaac volvió a la mesa de trabajo y cambió las pinzas por un gran martillo de hierro. Luego se dirigió a los pies de la cama de tortura, donde con una mano sostenía la pierna izquierda del muchacho. Levantó el martillo sobre su cabeza mientras el chico lloró y pidió clemencia a través de su mordaza sucia, entonces con todas sus fuerzas Isaac golpeó con el martillo la rótula desnuda del muchacho, rompiendo el hueso en la grava con un fuerte crujido. El niño se convulsionó del dolor con gritos estridentes amortiguados través de la mordaza atada firmemente a su cara.
Al comprobar que el niño tenía problemas por el dolor intenso, Isaac colocó el martillo debajo de la cama de madera, y regresó una vez más a la mesa de trabajo en la que se equipó con un largo cuchillo afilado. Sin demora comenzó a tallar las palabras "Gusano inútil" en el pecho tembloroso del niño. Cuando terminó, el muchacho estaba apenas consciente. Isaac se arrodilló y le susurró al oído del niño:
"Esto es lo que pasa con los niños que hacen caras desagradables a la gente..."
Los ojos del niño se llenaron de lágrimas por última vez, cuando Isaac comenzó a sacar la piel de la cara del niño, pero para sorpresa de Isaac el niño todavía estaba vivo. El niño mutilado simplemente se quedó mirando Isaac con sus grandes ojos redondos, que llenó el corazón negro de Isaac de rabia y de odio.
"'¡¡AÚN SIN ROSTRO SIGUES SIENDO FEO!!" Isaac gritó mientras agarro el martillo desde el pie de la cama y comenzó a golpear el cráneo del pobre chico. Lo golpeo una y otra vez, hasta que no quedó más que una sangrienta masa de carne, derramando sangre espesa y trozos de materia cerebral. Desde el otro lado de la habitación Laughing Jack observó con regocijo el gran final, que había estado a la altura de sus expectativas maravillosamente.
El siguiente invitado de Isaac era una anciana ciega a quien había invitado a tomar un té. Le llevó casi 5 minutos darse cuenta de que la silla en la que estaba sentada fue diseñada mediante restos humanos, y otros 6 minutos para encontrar las escaleras, sólo para caer rodando por ellas agitándose y gritando como una loca. Isaac decidió poner fin a la cruel broma allí con una sencilla puñalada a través de su cuenca ocular.
Después, él trajo a una niña a quien forzó a comer vidrios rotos antes de utilizar su estómago como un saco de boxeo. Pasaban las semanas más y más almas desafortunadas encontraron su fin en el desván de Isaac Grossman, y su personalidad se hizo cada vez más oscura y sádica. Jack lo siguió mientras él se pudría dentro de su caja polvorienta... Hasta una noche muy fría de Diciembre.
Los clavos oxidados que sostenían la plataforma de cosas olvidadas finalmente cedieron y todas las cosas se desplomaron al suelo. Isaac oyó el ruido sordo desde la planta baja, y decidió subir al desván a investigar. Caminó a través del pasillo manchando de sangre hacia la plataforma caída. Isaac dejó de lado algunas de las baratijas que se rompieron en el accidente, cuando por fin se encontró con la caja sorpresa de su infancia. Isaac apenas reconocía la caja andrajosa, antigua como él. La recogió, la soplo, e hizo volar parte del polvo. Entonces, porque era nostálgico, decidió agarrar la caja oxidada y comenzó a girar la manivela.
Sono una versión horrible de la canción "Pop Goes The Weasel", canción que resonó la caja vieja y desgastada, y cuando la canción llegó a su clímax, Isaac canto el verso final. La parte superior de la caja se abrió, pero no pasó nada, estaba vacía. Isaac esperó un rato, y luego tiró la caja vieja a la basura con el resto de los adornos rotos. El desastre fue limpiado, e Isaac fue a abrir la puerta para ir a la planta baja, pero estaba atorada. Isaac tiró con fuerza , pero la puerta no se movía. Justo entonces, Isaac oyó una voz ronca horrible, llamarlo detrás de él.



"IsSsaAac..." Un frío recorrió la espalda de Isaac, y los pelos de la nuca se le pusieron de punta, se dio la vuelta lentamente... Laughing Jack estaba completamente blanco y negro, su pelo negro le caía sobre los hombros, desmarañado, con dientes afilados y decorados con su sonrisa torcida, y demencial. Y sus brazos colgaban como un muñeco de trapo con sus grotescamente largos dedos casi raspando el piso.
Luego, con una escalofriante voz rasposa de payaso diabólico dijo: "¡Qué bueno es ser finalmente libre!... ¿Me extrañaste, Isaac?"Isaac estaba paralizado de miedo, "P- Pero pensé que no eras real..." Isaac tartamudeó. Jack respondió con una carcajada horrible.
"Jajajaja Oh, soy muy real... "De hecho, yo he estado esperando mucho tiempo para que este día llegara, y finalmente llegó..." Ahora podré jugar con mi mejor amigo para toda la vida...."
Antes de que Isaac pudiera responder, los largos brazos de Jack se extendieron a lo largo de la habitación, agarrándolo de sus piernas.
El payaso comenzó a acercárlo más, arrastrándolo a su propia cama de tortura de madera con las uñas de Isaac raspando el suelo. Haciendo caso omiso de las restricciones, Jack cogió rápidamente 4 clavos de hierro largos, de tres pulgadas, de la mesa de trabajo y los clavó directamente a través de las manos y los pies de Isaac, clavándolo en la cama de tortura. Isaac gruñó de dolor y le gritó a su captor.                 
"¡AAAH! ¡JÓDETE! ¡¡¡MALDITO PAYASO!!!" 
Laughing Jack simplemente rió entre dientes mientras sostenía fuertemente la cabeza de Isaac diciendo:      
" ¡Si no puedes decir algo bueno, entonces no digas nada en absoluto! "
Los largos dedos torcidos de Jack, llegaron a la boca de Isaac, sujetándole firmemente la lengua, y la extendió hacia fuera. El payaso luego estiró la lengua de Isaac hacia atrás, y tomó un largo cuchillo afilado de la mesa y lentamente comenzó a cortar la carne de la lengua de Isaac. Una vez que le sacó la lengua, la boca de Isaac comenzó a desbordarse de sangre. Jack empujó un pequeño tubo de metal cilíndrico a través de la garganta de Isaac para actuar como un agujero de respiración temporal. En este punto, Isaac sentía un gran dolor, y tenía los ojos bien cerrados para no ver los horrores repugnantes que se estaban realizando en su cuerpo.
¡Vamos!, ¡no es divertido si no miras! " Dijo Laughing Jack bromeando, pero Isaac mantuvo los ojos fuertemente cerrados. Laughing Jack suspiró," Haz lo que quieras." Jack entonces sostuvo con fuerza uno de los ojos de Isaac para tratar de abrirlo a la fuerza. Estiró de nuevo su gran brazo y sacó unos largos ganchos de pesca de la mesa de trabajo. Lentamente Jack empujó la punta del anzuelo a través del párpado superior derecho a través de la parte inferior de la ceja y por la parte superior, de forma permanente, clavándolo. Luego sacó un segundo gancho empujando a través del párpado inferior y lo fijó a la mejilla. Jack repitió el proceso para el otro ojo, y en poco tiempo una serie de ganchos de metal afilados aseguraron a Isaac para que no se pierda nada de la acción. Laughing Jack entonces tomó el mismo cuchillo que había utilizado para cortarle la lengua a Isaac, y comenzó a centrarse en la eliminación de los labios de Isaac. Jack cortó cuidadosamente. Dos largas tiras de carne con los labios superior e inferior de Isaac, haciendo que sus dientes y encías quedaran completamente expuestos.
"Hmm... parece que alguien no ha usado el hilo dental con regularidad..." Laughing Jack se rió entre dientes mientras se estiró hacia atrás y agarró el martillo. Isaac trató de murmurar una especie de ruego por misericordia, sin embargo, sólo gemidos salían de su garganta. Jack levantó el martillo en el aire y con una sonrisa retorcida golpeó a Isaac, emitiendo un fuerte crujido, el martillo de hierro rompió los dientes de Isaac como si fueran arcilla frágil. Jack dejó caer el martillo y comenzó a aullar de risa mientras desgarraba la camisa de Isaac. Tomando el cuchillo más afilado, Jack cortó el pecho de Isaac hasta el fondo, más allá del estómago. Isaac gimió de dolor.
Primero Jack empezó a sacar los intestinos de Isaac de la misma manera que un mago saca una serie de telas de colores de su bolsillo. Luego, después, cortó una pequeña porción de los intestinos, Jack presionó un extremo con sus labios negros y fríos y comenzó a soplar aire al interior del órgano. Una vez inflado, lo retorció dándole la forma de un perro, y con una risa en voz alta exclamó: "¡Puedo hacer jirafas también!" Isaac permaneció inmóvil de el dolor y la conmoción, al ver como el payaso colocaba suavemente el animal de globo macabro junto a su cabeza.
Para su siguiente truco, Laughing Jack metió su brazo profundamente en la cavidad del estómago abierto de Isaac y arrancó uno de sus riñones. Sosteniéndolo en la mano, Jack miro a su amigo cautivo, y se encogió de hombros diciendo:
"Los riñones no son realmente lo mío...'" Tras tirar el órgano, Laughing Jack se dio cuenta de que Isaac estaba empezando a morir.
"¿Te sientes cansado ya? Por qué estamos casi en la gran final!" Laughing Jack exclamó mientras metía la mano en la manga y sacó una inyección de adrenalina con una aguja larga. "Esto debería animarte!" gritó Jack mientras clavaba la inyección en la retina de Isaac e inyectó el líquido en la cuenca de su ojo derecho. Jack movió y giró la aguja más adentro en el globo ocular de su antiguo compañero de juegos, porque Isaac se tambaleó hacia atrás al sentir una aguja afilada que raspaba la parte posterior de la cuenca de su ojo. Con una risa siniestra, Jack tiró de la aguja, arrancando del globo ocular hacia fuera con esta. El ojo derecho de Isaac ahora colgaba fuera de su órbita por el pedúnculo ocular, y quedó colgado a un lado de su cara.
Jack sonrió: "Bueno, ahora que tengo tu atención..." El payaso luego tomó su largo dedo índice e hizo un agujero en el estómago de Isaac. Jack inclinó su cabeza, hacia la cavidad torácica abierta de Isaac, y dejó la boca bien abierta. En cuestión de segundos un torrente de cucarachas inmundas salieron de la boca de Jack, y se arrastraron por el esófago del payaso, derramándose en el pecho abierto de Isaac. Cada cucaracha se arrastraba y hacia su camino en la pequeña abertura del estómago de Isaac. A medida que su estómago se hinchaba por los insectos, las cucarachas empezaron a escurrirse hasta su garganta, apretando la salida de su boca y la cavidad nasal.
Isaac estaba a centímetros de la muerte cuando Jack se arrodilló junto a él, y le habló al oído:
"Has sido un niño explosivo, pero parece que nuestro tiempo juntos ya ha terminado. No hay necesidad de llorar, porque tengo la intención de difundir mi amistad a todos los niños solitarios del mundo" Y con esto dicho, Laughing Jack metió su mano en el pecho de Isaac y arrancó su corazón, que seguía latiendo.
A medida que su vida se acababa en esa fría cama de madera, la vida de Isaac pasó ante sus ojos. Vió a su madre, su padre, el internado, sus víctimas, y el último pensamiento que revoloteó por su mente, era aquella Navidad muy especial donde se despertó para encontrar aquella caja de madera bellamente colorida, y tallada a mano que dentro contenía a su primer mejor amigo...
Hay rumores de que cuando la policía finalmente encontró el cadáver podrido de Isaac Grossman deteriorado severamente, a pesar de que su rostro había sido golpeado y roto en pedazos... Él casi parecía ... feliz...

martes, 4 de octubre de 2016

un testigo

De un testigo: 2006 

"Hace tres años, yo acababa de regresar de un viaje a Cataratas del Niágara con mi familia para el 4 de julio. Todos estábamos muy cansados ​​después de un largo día de conducir, por lo que mi esposo y yo pusimos a los niños en la cama y nos fuimos a dormir. 

A eso de las 4 am, me desperté pensando que mi esposo se había levantado para ir al baño. He utilizado el momento para hacer la cama, sólo para despertar en el proceso. Me disculpe y le dije que si él se levantó de la cama. Cuando se volvió hacia mí, él abrió la boca y sacó los pies del extremo de la cama tan rápido su rodilla casi me tiró de la cama. Entonces me agarró y no dijo nada. 

Después de ajustar a la oscuridad por medio segundo, fui capaz de ver lo que causó su extraña reacción. A los pies de la cama, sentado y de espaldas a nosotros, había lo que parecía ser un hombre desnudo, o un gran perro sin pelo de algún tipo. Su posición corporal era inquietante y poco natural, como si hubiera sido golpeado por un coche o algo así. Por alguna razón, no me asuste, pero me preocupo su condición. En este punto, yo estaba un poco bajo el supuesto de que se suponía que debiamos ayudarle. 

Mi marido estaba mirando por encima de su brazo y la rodilla, doblado en la posición fetal, de vez en cuando mirando a mí antes de mirar a la criatura. 

En una ráfaga de movimiento, la criatura rodo por el lado de la cama y se arrastró rápidamente en una especie de posición de cojon agitando movimiento a lo largo de la cama hasta que estaba a menos de un palmo de la cara de mi marido. La criatura estaba completamente en silencio durante unos 30 segundos (o probablemente más cercano a 5, sólo parecía un poco) mirando a mi marido. La criatura entonces puso su mano en su rodilla y corrió al pasillo, que conduce al cuarto de los niños grite y corrí a prender la luz, para intentar detenerlo antes de que dañe a mis hijos. Cuando llegué al pasillo, la luz de la habitación era suficiente para verlo agachado y encorvado sobre unos 6 metros de distancia. Se dio la vuelta y me miró directamente a mí, cubierto de sangre. Me dio la vuelta al interruptor de la pared y vi a mi hija Clara. 

La criatura corrió por las escaleras mientras mi esposo y yo corrimos para ayudar a nuestra hija. Ella estaba muy mal herida y sólo habló una vez más en su corta vida. Ella dijo: "Él es el Rastrillo".

Mi marido choco su auto esa noche noche, mientras mientras se apresuraba a llevar a nuestra hija al hospital". 

PD: Ellos no sobrevivieron. 

lunes, 5 de septiembre de 2016

clockwork

Una pequeña niña se sentó en su habitación. Tenía un desordenado pelo, puesto en dos coletas, con ojos color avellana, que miraban a la puerta. Ella atrajo fuertemente su jirafa de peluche contra su pequeño cuerpo, y escuchó con atención los fuertes gritos de su padre y madre. 


-¡Nunca debí tener ningún maldito hijo! - Gritó una fuerte y grave voz.-Todo lo que hacen es desordenar, quejarse, pintar en las paredes... - Fue interrumpido por los gritos de la madre de la pequeña. 

-¡Son niños, David! ¡No saben hacer nada mejor! 

-Oh, maldición Marybeth. ¡No quiero escuchar ninguna de tus excusas de mierda! He tenido suficiente de ellas. 

-¿Y qué esperas hacer con todo esto? 

La pequeña escuchó unos fuertes pasos que iban hacia su habitación y apretó más fuerte a su jirafa. La puerta fue violentamente abierta, y en la entrada se paró, enfurecido, alto y gordo padre. En una de sus carnosas manos, traía un gran libro de texto. 

-¡David, detente! - Gritó su madre-. 

Pero el padre ignoró los llantos de su esposa. Tomó a la pequeña por el cuello, y ella gritó y pateó al aire. Temblando y sacudiéndose del miedo. El padre de la niña llevó duramente el libro de texto hacia arriba. 

-¡Esto es por rayar las paredes, pequeña perra! 

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Años después, la pequeña niña, ahora conocida como Natalie, tenía 9 años ahora. Pasando por la pubertad, ella era naturalmente un poco gordita. Como siempre, se sentó en su habitación a ver televisión. Su padre vociferaba algo sobre alguna estupidez económica a lo que a ella le importaba menos que una pelusa, así como ella comía sus palomitas de maíz. Ella también estaba dibujando, había un poco de sangre, pero inusualmente, a ella le gustaba dibujar cosas así. Le daba una extraña satisfacción. Además, hacer muchas cosas a la vez, no era un problema. Se volvió aparente para ella a una temprana edad. Después de tener que trabajar duro, para ella era un pan comido. Dibujar había terminado siendo uno de sus pasatiempos y más grandes talentos. Era su manera de escapar de lo común, cada vez que pasaba algo malo, o simplemente cuando estaba aburrida. 

De repente escuchó como la puerta de su habitación se cerraba. Miró a su izquierda, deteniendo el masticar de sus palomitas. Ahí estaba su hermano Lucas, quien tenía 14 años. 

- ¿Qué pasa?- Ella aún podía oír el sonido de su padre gritando- ¿Papá te asusta?- Él dejó escapar una risita. 

- Ni modo. Yo creo que a estas alturas, nos acostumbramos a sus gritos.- Hubo una gran pausa- Así que, ¿Por qué estás aquí?- Parecía que él estaba jugando con sus mangas, y tenía unos pocos tics. 

- Te tengo que preguntar algo... -Puso sus ojos sobre ella. Ella frunció el ceño ligeramente ya que su impaciencia crecía. Él la había interrumpido. 

- ¿Qué? - Él se movió más cerca. 

- Tú dijiste que querías ser genial, y crecer como una adolescente, ¿no? -Ella afirmó con su cabeza lentamente- Bueno, tengo una oferta. 

- ¡Suéltalo ya! 

-Tú sabes... tu sabes lo que los chicos y las chicas hacen juntos a veces, ¿no? 



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Al otro día en la escuela, Natalie no dijo una palabra. Ella no habló en el día entero. Ella no tenía con quien hablar aún así. Nadie puede saber. Nadie debía saber. Así que, nadie lo sabría. Su maestra logró ver algunas miradas perdidas. Pero ella pensó que sólo no había entendido la lección. Además a Natalie le dolía mucho. Nunca pensó que le dolería. Sintiéndose asustada, caminó a su casa, silenciosamente, y fue a su habitación. Pero más tarde, fue recibida otra vez por su hermano. 

Nadie lo sabría. 

En la escuela decidió finalmente contarle a alguien. Aunque no tuviera amigas, pensó que debía hacerlo. Ella caminó hacia un grupo de chicas que ocasionalmente veía en el pasillo. Parecían buenas niñas, y Natalie había hablado un par de veces con ellas. 

-Oye, Mía... -La pelirroja miró por sobre Natalie, con una dura mirada. 

-¿Sí? 

-Yo, uh... Necesito contarte algo... Ha estado pasando por un tiempo, y tú y tus amigas parecen ser las únicas en las que puedo confiar. - Mía y sus amigas parecieron sonreír por un momento, sólo un momento. Y Natalie lo supo, estaban hambrientas por los chismes. 

-Está bien, puedes confiar. 

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Un día después, eso fue todo lo que tomó. Ella había tenido comentarios constantes en las redes sociales, como Facebook. Una vez, incluso la llamaron puta. Sin mencionar que en la hora de comer, su almuerzo terminó en su cabello. Y esto iba a ser el menor de sus problemas, pero Natalie, teniendo tan sólo 9 años, no podía hacer nada más que estar completamente molesta. 

De todas formas, jamás se cortó. Jamás miró mal a nadie. Nunca dijo nada sobre eso. Como puedes recordar, en esta historia, ella se ha guardado todo dentro. Pensó que sería mejor. No dejaría que ningún dolor la consumiera. 

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3:00 AM, noche de escuela. Su madre la iba a matar. La chica conocida como Natalie, tenía 16 años ahora. Era muy productiva en la escuela, cerca del cuadro de honor. Por una vez se sentía feliz y tranquila. Aunque usualmente, ella se convertía como en un 'ermitaño' en su habitación, escondiéndose de su padre, quien aún le gustaba gritar, hablar sobre economía y estupideces de la que ella estaba cansada de escuchar. 

Sus ojos se empezaron a sentir pesados. Tenía una asignatura en la que trabajar, pero ese no era su mayor problema. Todo en lo que podía pensar era en dormir. Cerró su laptop, ajustó sus ojos a la oscuridad y pudo ver, su desgastada jirafa de peluche en un rincón. Se le quedó mirando, en completo silencio. Los recuerdos pasaron por su mente y sus ojos empezaron a llorar. Pero sus ojos pestañearon y contuvieron las lágrimas. "No me derrumbaré" se dijo a sí misma. Pero continuó mirando la jirafa. "¿Qué mierda estoy mirando?" Ella se paró y fue a buscar a su pequeña jirafa. 

- Lo- lo siento- Le dijo en susurros. Algunas lágrimas corrieron. Ella abrazó la jirafa, así como se tendía en la cama. 

Se despertó de pronto por los gritos de su madre. Cansadamente abrió uno de sus ojos. 

- No me puedo creer que se me haya olvidado quitarte la laptop anoche. ¡¿Estuviste toda la noche en ella, o no?! - Su madre suspiró y se fue. Así como Natalie tomó una ducha, cepilló sus dientes y comió su desayuno rápidamente antes que su tiempo se acabara. Saltó en el auto y dejó que su madre la condujera a la escuela. 

Debido a la falta de sueño, apoyó su cabeza en el vidrio y comenzó a soñar. Tener pesadillas mejor dicho, que consistían en su abuso físico de su hermano Lucas, el que duró 4 años, hasta que tuvo las agallas para pararlo. Su madre nunca se enteró, nunca. 

De pronto, fue despertada por su madre. 

- Estamos aquí.- Ella miró el letrero de su escuela "Instituto Walkerville Para Las Bellas Artes". 

- Te veré más tarde.- Se despidió Natalie. 

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Su profesora de inglés molestamente puso su mano sobre el puesto de Natalie. 

- ¿Donde esta su trabajo, señorita Ouellette?- Natalie tragó. 

- Los he olvidado en casa. Perdón señorita Homenuik. 

- Su tiempo se acabó, señorita Ouellette. No me decepcione.- Natalie se sintió perpleja por un momento. Esas palabras. Ignoró ese sentimiento y trató de escuchar la clase, en la que se quedó dormida, por su puesto. Luego ella salió de clase y caminó hasta su casillero. Cuando de repente encontró a su novio Chris parado al lado de él. 

- Hablemos después de clase, ¿sí?- Dijo él. Ella sólo sonrío, le encantaba hablar con Chris. Nunca sospechó nada, era un buen chico. 

Durando sus clases de francés, se atrevió a no poner atención. En vez de eso, prefería dibujar. Sangre, gore, masacres, gente siendo apuñalada. La gente decía que era muy oscuro de su parte dibujar tales cosas. Para ella siempre fue normal. 

- Señorita Ouellette. 

Natalie rápidamente cubrió sus dibujos y miró a su profesora, tratando de ocultar el miedo. 

- ¿Sí señorita LeVasseur? 

- Muéstreme su trabajo. -Natalie tuvo que quitar el brazo del dibujo de alguien siendo apuñalado por un hombre sin cordura. La profesora la miró perpleja. 


- Borre eso y comience a trabajar- Dijo con una extraña calma en su voz. Natalie suspiró, así como su profesora se alejaba.- Y señorita Ouellette...- Dijo dándose la vuelta- Su tiempo casi se acaba, le sugiero que empiece a trabajar ahora.- Natalie gruñó, el tiempo nunca parecía estar a su favor. Caminó fuera de la escuela, feliz porque iría a hablar con Chris, eso le alegraría el día. Cuando lo vio, ella sonrío, pero él no le devolvió la sonrisa. 

- Chris, ¿Que- qué pasa?, ¿De qué me querías hablar?- Él suspiró. 

- Creo que es tiempo de que... nosotros... conozcamos a otras personas.- Sintió como su corazón se partía en dos. 

- P-pero... ¿Por qué? 

- Es tu mentalidad. ¡Tus dibujos!, me asustan, Natalie. Además nunca me has dicho porque actúas así, me haces sentir irresponsable. No puedo más con esto, lo siento. -Chris se alejó caminando. 

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Natalie puso sus manos en el mostrador del baño. "No me haré daño como los otros... puedo mantenerme fuerte" En su mano había hilo negro y una aguja. "No tiene sentido, no ayudará" Alguna extraña fuerza la empujó a su subconsciente. "No, lo estoy haciendo porque quiero" sostuvo en lo alto la aguja con el hilo, y sonrío de oreja a oreja. "El tiempo se acabó". Pieza tras pieza, corte tras corte. Aún con el dolor enloquecedor, ella no gimió. No gritó. No lloró. No quedaban ya lágrimas. Todo lo que hacía era sonreír. La sangre caía de las perforaciones en el fregadero y el mostrador. Cuando terminó, admiró su trabajo. Vio los puntos de sutura que formaban una gran sonrisa. Lamía la sangre de sus dedos, sintiendo el sabor metálico. Ella se detuvo cuando vio el reflejo de su madre en el espejo. Vio sus ojos abiertos y su cara tan pálida como la nieve. De pronto, sintió todo el dolor, y comenzó a llorar. 

- ¿Mamá?- Primera vez que se sentía tan confusa, ¿Qué le estaba pasando? 

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Su madre agenda una hora para terapia. Natalie no se deshizo de las perforaciones. Así que fue con ellos, pero se aseguró que su capucha estuviese arriba, así nadie las vería. Se sentó frente a la señora rubia. 

- Tu nombre es Natalie, ¿no?- Natalie sólo la miró- Soy Débora, estoy aquí para ayudar. Así que dime, ¿Cuáles son tus problemas? 

- El tiempo. Él es mi problema. 

- ¿Qué cosas sobre el tiempo, querida? 

- Todo. Te hace vivir dentro de él. Pasando tan lentamente en la vida. Siendo controlado por la sociedad, sólo para ser torturado aparentemente sin fin, hasta que te das cuenta de que no tienes un propósito. Es un círculo vicioso. El tiempo no termina. No se apresura. No se ralentiza. Es violento. Te tortura una y otra vez. No siendo hábil para poder "adelantar" el proceso.- Natalie no tenía ni idea de lo que dijo. Ella se sentía como si ya no fuera ella misma. Podría ser... ¿Por la cosas que se guardaba? No, imposible. Por alguna extraña razón, le gustaba. 

- Natalie, necesito que me digas que te está pasando.- Natalie sonrío, haciendo que las perforaciones se volvieran a abrir. 

- ¿Por qué no me lo dices tú, rubiecita? Tú eres la experta- Débora le dio una mirada de molestia. 

- Natalie, no te puedo ayudar si no me dices que pasa. 

- Natalie ya no está aquí.- Los ojos de Débora se abrieron como platos. Se paró y dijo:

- Estaré devuelta en seguida. Por favor quédate aquí.- Se fue, dejando a Natalie sola. Ella sólo se quedo ahí sentada. Tal vez si ella hubiese hecho algo en este punto, Natalie no sería la que es ahora. Habrá más gente viva. E incluso, estaría cuerda otra vez. 

Me encantaría decir que Natalie se paró de la silla e hizo algo. Pero no. Sólo se quedó ahí, sentada. Sin hacer nada, ni moverse siquiera. Después, cuando comenzaba a notarse su impaciencia sus padres entraron a buscar a Natalie. Feliz porque se irían. Vio la cara de preocupación y enojo en la cara de sus padres. Ella estaba confundida, pero sólo se subió al auto, ya quería irse a casa. En el camino, Natalie se durmió por fin. Pero en su sueño, una voz le dijo extrañamente: 

-Tu tiempo se acabó. 

Ella se despertó de un golpe con gotas de sudor bajando por su cara. 

No estaba en casa. Ni en el auto. 

Estaba en una cama. Una cama blanca, en una habitación blanca. Miró a su lado, estaba conectada a un monitor. Y cuando se trató de incorporar, descubrió que estaba atada a la cama. Empezó a entrar en pánico, y tratar de liberarse desesperadamente. Cuando la puerta se abrió, y entró un doctor cliché de los que encuentras en un laboratorio. 

- Debes estar muy confusa, me imagino. Pero no te preocupes, estamos aquí para ayudar. Tus padres firmaron un contrato para darte unas drogas para ayudar tu estado mental.- Ella iba a protestar pero el doctor se le adelantó.- No debes preocuparte. Ahora sólo trata de relajarte.- Él le puso una máscara que le cubría la nariz y boca. De pronto sus ojos se cerraron. 

De repente, abrió sus ojos. No podía comprender que estaba viendo. Le habían clavado muchas inyecciones, había cosas frotadas en su piel. Se sentía como esas personas que sentían toda la operación, aún con la anestesia, cuando su cerebro no responde. Pero el suyo sí que lo hacía. Su monitor cardíaco se empezó a acelerar y los doctores se dieron cuenta que sus ojos estaban abiertos. Un doctor le gritaba al otro. Ella no sabía lo que decía, pero sintió una descarga de adrenalina. Luego empezó a quitarse las amarras, sacudiéndose violentamente. Uno de los doctores la iba a sostener, pero vaciló un momento y todos los doctores se mantuvieron lejos. Ella se sentó en la cama y se quitó la máscara y los tubos de su piel. Comenzó a caminar hacia los doctores. Les dedicó unas sonrisas desquiciadas. Pero afortunadamente, sintió un dolor en su pecho y cayó sombre sus rodillas, tosiendo sangre. Veía todo borroso y de pronto, un fondo negro. 

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Ella se despertó en la cama otra vez, muy lentamente. El doctor estaba sentado en la cama. 

- Algo fue mal, extremadamente mal.- Ella no sabía porque pero sentía una ira incontrolable hacía el doctor. Él se dio cuenta y desvió la mirada.- Se suponía que no despertarías mientras te dábamos las dosis para tu mentalidad. No sabemos en qué te afecto, pero estoy seguro que lo averiguaremos.- Él hizo una pequeña pausa, sin mirarla obviamente.- Se suponía que habría un cambio en tu apariencia, y bueno...- Ella se miró al espejo, sus ojos era completamente... verdes. Vio que aun tenía las perforaciones, y no pudo sentirse más que feliz. Su frecuencia cardíaca comenzó a acelerarse otra vez. 

- Hahahaha - Ella no podía dejar de reír- El doctor estaba en shock, viendo como ella se paraba en frente suyo.- ¿Doctor? -dijo con una sonrisa. 

- ¿S-sí? 

- Su tiempo se acabó.
 


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Un grito se escuchó en el hospital. Dos guardias llegaron al instante, pero todo lo que vieron fue sangre. En el piso, en la cama, en la pared. El doctor tenía la columna quebrada. Estaba apretado en la cama, como un sándwich. Y en la esquina, estaba la asesina. Dibujando en las paredes con la sangre, seguido con la frase "Tu tiempo se acabó" Se dio la vuelta, y los vio. 

- Hola amigos, ¿Quieren jugar? - Dijo con una voz de desquiciada. 

Cuando los guardias habían sacado sus pistolas, Natalie estaba preparada con un cuchillo. Le dio en el estómago al primer guardia, ahora con todas sus tripas fuera. Y luego caminó lentamente al segundo guardia. 

- Tu tiempo se acabó.- Le dio con el cuchillo en la arteria aorta. Luego hizo bajar el cuchillo por el pecho hasta el estomago. Con todos sus órganos en el piso. 


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La madre de Natalie estaba silenciosamente durmiendo al lado de su marido. Estaba lloviendo a mares afuera y ella se despertó con el sonido de alguien tocando la puerta de la casa. Se levantó, con cuidado hasta la puerta. Vaciló antes de tomar la manilla. Había una risa macabra. Y los truenos y la lluvia parecieron cesar al instante. Presionó su oreja contra la puerta y escucho: 

- Hola, madre. 

Natalie rompió la puerta, y entró con dos cuchillos. Uno en cada mano. Su madre se sobresaltó y caminó hacia atrás tan fuertemente que se golpeó con el perchero. Cayó paralizada, pero aún consiente. Natalie se acercó a ella, mostrándole los dos cuchillos. 

- Yo estaba sufriendo, madre...- Le pasó el cuchillo por la mejilla, cortándola.- Pero no hiciste nada...- Todo lo que la madre podía hacer era respirar a bocanadas y temblar. Natalie la tomó y la sentó. Comenzado a hacerle un corte en forma de V. Ella no podía hacer nada mientras lo hacía, luego su respiración comenzó a convertirse en gárgaras, por la sangre. A Natalie no le quedaba mucho tiempo, así que terminó de cortar y ¡Crack! rompió su costilla en busca del corazón, sosteniéndolo, cuando aún latía. Ella seguía mirando a su madre, hasta su muerte. 

- Dulces sueños.- Le dijo al cuerpo.- Tu tiempo se había acabado.- Puso el corazón en la boca de su madre. Ella aún no había terminado. 

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El padre de Natalie, David, se incorporó al ver que su esposa aún no regresaba. Cuando sus ojos se ajustaron a la oscuridad, se dio cuenta que Natalie estaba junto a su cama, y ella puso una cara triste falsa. 

- Oh no, mamá se ha ido...me pregunto ¿Quién conseguirá el dinero ahora?- De pronto agarró la frente de su padre.- De todos modos, era todo lo que te preocupaba.- De todas formas, su padre era un luchador, así que tumbó a Natalie en el suelo, y la pateó hasta que empezó a toser sangre.- ¿N-no se siente bien papi? hahaha. Después de todo, nunca te importó hacerlo todos estos años, ¿No es así? -El frunció el ceño. 

- Tú no eres mi hija. 

- Tienes razón, no lo soy.- De pronto, derribó a su padre y se levantó, con los cuchillos en las manos- Dicen que mientras más grandes son, más fuerte caen.- Mientras le faltaba el aliento, Natalie tomó una almohada y la presionó contra la cara de su padre, cada vez más fuerte, mientras él gemía y lloraba del dolor.- ¿Qué pasa?¿mucho dolor para ti, papi?- Lo apuñaló dos veces con los cuchillos en el estómago y luego rompió uno de los palos de la cama, que eran pesados por la madera.- Los necesitaré- Tomó el palo y lo puso primero en las piernas y se sentó sobre él, cada vez subiendo por su cuerpo. Él se empezó a atragantar con su propia sangre. Hasta que su respiración fue silenciada.- Ah, vamos- Ella se forzó a agregar peso y de pronto, los órganos salieron de la boca de su padre. Ella sonreía por su éxito. 

- Tu tiempo se había acabado, papi. 

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Finalmente, la parte más divertida. Ella silenciosamente caminó a la habitación de su hermano, abriendo la puerta. Se dio cuenta que la cama estaba vacía, él se estaba escondiendo. 

- Oh, hermano, vamos.- Entró en la habitación- Todo lo que quiero es un poco de diversión, hahaha. Como ella entro más, se quedó quieta para escuchar cualquier sonido. Alguna respiración. Algún sonido de movimiento. Y de pronto, ella escuchó algo. Una respiración. 

¡BAM! 

Su hermano estaba detrás de ella sosteniendo un bate de baseball ensangrentado. Mirándola, con un profundo odio. Ella trató de incorporarse lentamente. Pero cuando lo lograba fue golpeada. Una vez, y otra vez y otra y otra y otra. 

- ¡Mamá siempre te prefirió, perra!- Él la golpeó fuerte una vez más, para tomar algo de aire. Ella estaba sangrando mucho. Sus ojos verdes cayeron y brillaron débilmente en la oscuridad. Se sintió débil, hasta que miró el techo. Recordó el abuso, por 4 malditos años mirando ese techo mientras era torturada por su propio hermano. Sentía la adrenalina correr por su cuerpo y se comenzó a parar lentamente con una risa insana. 

-HAHAHAHAHAHAHA.- Su hermano fue a pegarle de nuevo con el bate, pero ella bloqueó el ataque con sus cuchillos.- ¡TE IRÁS AL INFIERNO, HERMANO!- Dijo dándole un empujón que lo mandó volando a la cama. El se golpeó con el respaldo, y a punto de lanzarse contra su hermana, hasta que ella clavó sus cuchillos entre los brazos y el respaldo para mantenerlo quieto. 

- Veamos que podemos usar...- Tomó un simple cuchillo de mantequilla- Dicen que los ojos son los órganos más suaves en el cuerpo...- Lamió el cuchillo.- Cómo la mantequilla.- Él la miró horrorizado. Sólo quería salir de ahí. Ella comenzó a quitar los ojos de su hermano con el cuchillo. El comenzó a gritar. No podía ver nada y el dolor era inimaginable. -Ahora, ahora... no puedo dejar que despiertes a los vecinos.- La sangre brotaba de sus cuencos vacíos. Lloraría, pero ahora él no podía. Ella le ató un trozo de género a la boca. 

-Mnh...-Dijo ella buscando otra cosa que usar. Encontró un par de tijeras.- Me parece que tenemos que aflojar el corte, hermano.- Ella lo apuñaló con las tijeras en las tripas, cortando cada detalle de piel como si fuera papel. Ella levantó el intestino largo, sonriendo traviesamente.- ¿Sabes lo que amo? arte con macarrones.- Empezó a cortar el intestino en partes- Aunque creo que esto será muy grande como para ponerlo en un plato.- Escuchaba como su hermano se ahogaba con la sangre, él sólo la podía tragar, por el trozo de género en su boca, ahora cubierto de sangre. - ¿No sabe bien?- Dijo ella lamiéndose los dedos con sangre.- Estoy segura de que te gusta. 

Ella comenzó a rasgarle los pies, uno por uno. Sus gritos crecieron inútilmente. Luego fue por sus dedos. Fue cortándolos también. Ella escuchaba que el gorgoteo se volvía más intenso. Su hermano se estaba ahogando. Ella fue y le quitó el género. Él se dio vuelta de inmediato y comenzó a vomitar violentamente. 

- Calma ahí, hermanito.- Tomó uno de los dedos cortados.- Come esto y te sentirás mejor.- Ella dejó el dedo ahí, mientras su hermano se ahogaba lentamente, hasta que murió. 

- Tu tiempo, se había acabado hermanito. 

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La chica, conocida como Natalie, fue hacia su habitación y vio en la esquina a la pequeña jirafa de peluche. Se arrodilló y la miró, sin decir una palabra. Luego fue al baño, y se admiró, cubierta de sangre. Ella escuchaba un débil sonido de un Tic-tac. Miró hacia abajo y vio un pequeño reloj de bolsillo. Miró sus manos, escuchando los Tic-tac que parecían durar una eternidad. 

Ella tomó uno de los cuchillos que goteaban sangre que caía al mostrador. Y comenzó a desarmar el reloj, hasta que sólo quedó un reloj pequeño que no funcionaba. 

- El tiempo te hace vivir dentro de la tortura.- Dijo clavándose el cuchillo en el ojo. 

- Lentamente progresando en la vida, siendo controlado por la sociedad.- Comenzó a excavar en la cuenca, mientras la visión se le teñía de rojo y se volvía borrosa. 

- Hasta que te das cuenta que no tienes un propósito.- Sintió como su ojo se desprendía, haciendo que la sangre cayera al fregadero. 

- Es un circulo vicioso.- Su ojo se terminó de salir y sintió un dolor agudo conectándolo con su cabeza.
 


- El tiempo no se acelera. No se ralentiza. Es violento. -Ella tomó el nervio que unía su ojo con la cuenca y tiró fuertemente, hasta que cayó en el fregadero. 

- Te hace vivir la tortura, una y otra, y otra vez.- Dijo colocando el reloj donde su ojo debería estar. 

- Siendo incapaz de acelerar el proceso.- Un sonido de chapoteo indicó que el reloj encajaba perfectamente. 

- Yo soy Clockwork. 

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La chica conocida como Natalie, salió de su casa en llamas. Y la jirafa, junto con los cadáveres de la familia se quemaba lentamente. 

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Algunos dicen que sigue viva. Que lleva su locura con ella. Dejando tantos muertos. Decidiendo que su tiempo debía terminar en algún momento. La única manera de detectar su presencia es sintiendo como ella se acurruca cerca de las cobijas de la cama. Durmiendo. Pero en la noche, ella observa. Ella decide. Puedes escuchar el Tic-Tac. Y tú ves una luz verde parpadeando. Si ella está ahí, sabrás que tu tiempo se acabó.